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martes, 3 de noviembre de 2015

ANTOLOGIA DE ISABEL ALLENDE

BIOGRAFÍA.

(Lima, 1942) Escritora chilena. Hija de un diplomático chileno que le inculcó su afición por las letras, Isabel Allende cursó estudios de periodismo. Mientras se iniciaba en la escritura de obras de teatro y cuentos infantiles, trabajó como redactora y columnista en la prensa escrita y la televisión.
En 1960 Isabel Allende entró a formar parte de la sección chilena de la FAO, la organización de las Naciones Unidas que se ocupa de la mejora del nivel de vida de la población mediante un exhaustivo aprovechamiento de las posibilidades de cada zona. En 1962 contrajo matrimonio con Miguel Frías, del que habría de divorciarse en 1987, después de haber tenido dos hijos: Paula -que falleció, víctima de porfiria, en 1992- y Nicolás. En 1973, tras el golpe militar chileno encabezado por el general Pinochet, en el que murió su tío, el presidente Salvador Allende, abandonó su país y se instaló en Caracas, donde inició su producción literaria.


La primera gran novela de Isabel Allende, La casa de los espíritus, próxima al llamado «realismo mágico» fue publicada en 1982. Fueron precisamente el ambiente y los sucesos previos que condujeron al golpe militar los materiales narrativos que dieron forma esta obra, con la que se consagró definitivamente como una de las grandes escritoras hispanoamericanas de todos los tiempos. Recibida como un brillante epígono en la estela del "Boom" iniciado en los años sesenta, y comparada con Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez, esta primera narración extensa de la autora chilena se convirtió de inmediato en un best-seller en numerosos países del subcontinente americano (a pesar de que su publicación había sido rechazada por varias editoriales de Hispanoamérica), en España y en otras naciones de Europa.
Once años después de su primera salida a la calle, el éxito de la historia pergeñada por Isabel Allende recibió un poderoso impulso de proyección internacional merced a la adaptación cinematográfica realizada por el cineasta sueco Bille August (The house of the spirits, 1993), quien contó con la colaboración de la propia autora para elaborar el guión, y con un prestigioso elenco de intérpretes en el que figuraban Meryl Streep, Glenn Close, Jeremy Irons, Winona Ryder, Antonio Banderas y Vanessa Redgrave.
Basada en los recuerdos de infancia y juventud de la propia escritora, La casa de los espíritus narra las peripecias de la saga familiar de los Trueba a lo largo de cuatro generaciones. Isabel Allende rememora y convierte en substancia narrativa las vivencias en la vieja casona familiar habitada por sus abuelos y sus excéntricos tíos, una mansión rodeada por una fecunda atmósfera liberal e intelectual que despertó su feraz imaginación y le inculcó el gusto por la lectura y la narración de historias. Al hilo de las peripecias de las mujeres que componen este núcleo familiar (auténticas protagonistas de la trama), la desbordada fantasía de la autora se va enhebrando con el repaso de los principales acontecimientos políticos de la historia reciente de Chile, hasta situar al lector en los primeros y dramáticos compases de la sangrienta dictadura militar.
Transcurridos dos años desde la publicación de La casa de los espíritus, Isabel Allende volvió a los anaqueles de las librerías con otra espléndida novela que mezclaba de nuevo la enrarecida situación política de su patria (en este caso, los asesinatos de los "desaparecidos" durante la dictadura de Pinochet) con otros materiales literarios procedentes de la poderosa imaginación de la autora (concretados, aquí, en una historia de amor). Se trata de la obra titulada De amor y de sombra, recibida también con grandes elogios por parte de la crítica y los lectores, y considerada como el hito que venía a señalar que el éxito internacional de La casa de los espíritus no había sido fruto de la casualidad.
La historia aquí relatada arranca con el hallazgo, en una explotación minera del norte de Chile, de una tumba clandestina en la que yacen sepultados los restos mortales de numerosos campesinos asesinados por los servicios de seguridad de la dictadura de Augusto Pinochet. La relación amorosa de dos jóvenes sirve de hilo conductor para el seguimiento de los hechos, que al cabo de los meses pone de manifiesto la horrorosa constatación de los crímenes cometidos por los golpistas, delatados por la aparición de otros muchos cementerios clandestinos.
A estas grandes obras les siguieron otras, entre la que destacan Eva Luna (1987), El plan infinito (1991), Paula (1994), Afrodita (1998), Hija de la fortuna (1999),Retrato en sepia (2000) y el libro de memorias Mi país inventado (2003). Sus obras, que ocupan siempre los primeros puestos en las listas de ventas no sólo americanas sino también europeas, han sido traducidas a más de 25 idiomas.
POEMAS.
Para las mujeres el mejor afrodisíaco son las 
palabras, el punto g está en los oídos, el que 
busque más abajo está perdiendo el tiempo. 

Mi vida ha consistido en desafiar la 
autoridad, lo que me enseñaron de pequeña. 
La vida es puro ruido entre dos silencios 
abismales. Silencio antes de nacer, silencio 
después de la muerte. 

Aprendí pronto que al emigrar se pierden las 
muletas que han servido de sostén hasta 
entonces, hay que comenzar desde cero, 
porque el pasado se borra de un plumazo y a 
nadie le importa de dónde uno viene o qué 
ha hecho antes. 

Es mejor ser hombre que mujer, porque 
hasta el hombre más miserable tiene una 
mujer a la cual mandar. 

La guerra es la obra de arte de los militares, 
la coronación de su formación, el broche 
dorado de su profesión. No han sido 
creados para brillar en la paz. 

ANTOLOGÍA ISABELA ALLENDE.
LA CASA DE LOS ESPIRITUS.

Isabel Allende nació en Lima en 1942, estudió Periodismo en Chile y tuvo que exiliarse a Venezuela tras el golpe militar contra su tío Salvador Allende. Desde la publicación en 1982 de La casa de los espíritus, sus novelas y cuentos han alcanzado gran éxito deventas, trascendiendo las fronteras del ámbito de la lenguacastellana. Entre su obra narrativa destacan Eva Luna, Paula y Elplan infinito. Su última novela publicada es Retrato en sepia(2000).
Con La casa de los espíritus comienza el empeño de Isabel Allende por rescatar la memoria del pasado, mediante la historia de tres generaciones de chilenos desde comienzos del siglo XX hasta la década de los setenta. El eje de la saga lo constituye Esteban Txueba, un humilde minero que logra prosperar a base de tenacidad y se convierte en uno de los más poderosos terratenientes. Tras su matrimonio frustrado con Rosa, que muere envenenada por error, se casa con otra hermana, Clara, incompetente para las cosas de orden doméstico pero dotada de una extraña clarividencia: es capaz de interpretar los sueños y depredecir el futuro con sorprendente exactitud. La brutalidad de Esteban, hombre lujurioso y de mal carácter, irá minando un matrimonio difícilmente conciliable y los conflictos se extenderán también a sus hijos y nietos.
La novela recorre, con el paso de los años, la evolución de los cambios sociales e ideológicos del país, sin perder de vista las peripecias personales -a menudo misteriosas- de la saga familiar.
Entrarán en escena los avances tecnológicos, la mudanza en las costumbres, las «nuevas ideas» socialistas y de emancipación de la mujer, el espiritismo y los fantasmas comunistas, hasta desembocar en el triunfosocialista y el posterior golpe militar. Estas convulsiones afectarán a la familia de Esteban Trueba -cuyos miembros poseen siempre algún rasgo extravagante y desmedido- con distintos matices de dramatismo yviolencia. EL viejo terrateniente envejece y, con él, una forma de ver el mundo basada en el dominio, el código de honor y la venganza. La casa de los espíritus fue llevada al cine por Bille August en 1993. Antonio Banderas, Meryl Streep, Glenn Close, Winona Ryder y Jeremy Irons encarnaron a los personajes principales.

INES DEL ALMA MIA.

“El héroe de las campañas de Flandes e Italia, de las revueltas del Perú y la conquista de Chile, el militar más valiente y famoso del Nuevo Mundo, no se atrevía a enfrentarse a una mujer y por eso llevaba dos meses escondido en una nave”.
Me lo pensé varias veces antes de animarme a leer “Inés del alma mía” de Isabel Allende. El título me sugería una novela romanticona escrita a modo de cartas de amor entre Pedro de Valdivia, conquistador y fundador de Chile, y su valerosa amante, Inés Suárez. Acababa de leerme “La Malinche” de Laura Esquivel y no quería volver a tropezar con una de esas escribientes hispanoamericanas que publican para mujeres de clases altas que leen un rato mientras se les seca la pintura de las uñas de los pies. Me lo pensé varias veces porque son muchos los críticos que catalogan a Isabel Allende como una mala escritora, una mala copia de los grandes maestros del boom latinoamericano. Por esa regla “La casa de los espíritus” sería algo así como una hija bastarda de “Cien años de soledad”. Yo pienso que hija sí lo es; pero sobre lo de bastarda tengo mis dudas. Porque si bien al principio se nota a la autora pisando cautelosa sobre terrenos ajenos, ya avanzada la novela camina sobre firme encontrando su propio tono y estilo. “La casa de los espíritus” es una de mis novelas favoritas y la razón de que a pesar de las dudas decidiera darle a Isabel Allende un voto de confianza para entrar a las páginas de “Inés del alma mía”. 
Para mi sorpresa la novela no es, ni de lejos, una novela epistolar de corte romántico sino una crónica autobiográfica –¿quién demonios elije los títulos de las novelas?-. La autora construye su narración desde el respeto a una extensa investigación documental y a sus orígenes mestizos. Este dato es importante porque no es fácil para los escritores iberoamericanos enfrentar el tema de la conquista sin lastimar fibras patrias. Además, Isabel Allende ha defendido el rescate, para la literatura, de personajes femeninos llenos de fuerza y pasión y  la extremeña Inés Suárez encaja a la perfección en este perfil. Pero ¿qué ocurre cuando el personaje elegido pertenece a esos “extraños enemigos” sobre los que se ha construido la identidad nacional americana durante los últimos doscientos años? La autora comete el acierto de no limitarse a juzgar sino a tratar de entender. ¿Qué llevó a esos hombres y mujeres de Castilla a dejar su tierra en busca de un Nuevo Mundo? Para la historia oficial de los países americanos sólo existe una respuesta: su ambición desmedida por el oro. Pero la realidad es mucho más compleja. Isabel Allende dedica los dos primeros capítulos de la novela a narrar la realidad española de la época: sus guerras en Flandes y en Italia, sus conflictos internos, el perfil de sus habitantes, las historias de sus protagonistas antes de cruzar el mar océano… Es a partir del tercer capítulo que empieza a contarse la expedición de la conquista de Chile y la fundación y construcción de la ciudad de Santiago. Uno podrá cuestionarse si es realmente necesario que la autora dedique tantas páginas a ambientar la historia que quiere contar pero para cuando empieza la aventura de Chile el lector es plenamente consciente de que el protagonista, Pedro de Valdivia no es un oportunista cualquiera, sino un valiente soldado del emperador Carlos V que combatió en Flandes y en Italia; para cuando empieza la aventura de Chile el lector es consciente de que no a todos los conquistadores los movía su sed de oro; a los verdaderamente grandes los movía algo más profundo: la necesidad de “dejar fama y memoria”.
La historia de la conquista de Chile, como la de la conquista de América en general, es una historia fascinante y desgarradora que se cuenta por sí sola. No necesita demasiados artificios literarios para atrapar al lector. Algunos de esos artificios te los ofrece la misma realidad iberoamericana… En su discurso al recoger el premio Nobel de literatura 1982, Gabriel García Márquez reconoce que el realismo mágico en las letras hispanas nace en las crónicas que se escriben sobre el descubrimiento y conquista de América. En “Inés del alma mía” la autora se encuentra una y otra vez con historias casi mágicas que no puede ignorar y que deja que pueblen su relato: la aparición a caballo del apóstol Santiago en su encarnizada lucha contra los indios, el descubrimiento milagroso de un ojo de agua en pleno desierto de Atacama cuando ya la expedición estaba al borde del colapso, las predicciones sabias de su fiel india yanacona que sabe siempre lo que va a ocurrir antes de que ocurra… Los ejemplos son abundantes; sin embargo no es una novela de aventuras y fantasía contada para celebrar la conquista. La autora no se censura a la hora de enumerar las atrocidades cometidas por los españoles contra los pueblos nativos – sería injustificable e imperdonable que no lo hiciera- . Siento que ése es uno de los grandes aciertos de la novela: esa sensación de grandeza y miseria, de aventura y lucha,  de orgullo y vergüenza, que transmite en cada una de sus páginas. Porque ése es el origen de nuestra historia nacional y por eso nos cuesta tanto reconciliarnos con nuestro pasado. Los personajes, además, son re-construidos por las circunstancias: el Pedro de Valdivia original: soñador, noble y amante termina convertido en un gobernador despótico, sanguinario –hay páginas sobre los castigos a los indios mapuche que destrozan al lector más insensible– y amargado. Su trágica muerte en el capítulo final (perdón por el spoiler pero es Historia) se agradece como justicia divina. Inés, mientras tanto, protagonista indiscutible de la novela, se eleva como la gran mujer al lado del gran hombre sin cuya participación la conquista, fundación y construcción del Reino de Chile no hubiera sido posible.
Sólo un gran defecto le veo a la novela: a la autora se le olvidó novelar. El enfoque elegido de la crónica autobiográfica queda aplastado por la propia historia que se lee más como un ensayo bien contado que como una buena novela. A la autora le sobraron conocimientos y buenas intenciones pero le faltó el talento del escritor que sabe lo que quiere contar y sabe cómo contarlo. Y al final se le nota la prisa, la necesidad de terminar una historia de la que todavía le queda mucho por decir, una historia a la que le crecen nuevas historias -la guerra de la Araucanía frente al fascinante mapuche Lautaro-; una historia enorme, la conquista de América, sobre la que todavía queda mucho por escribir, discutir y, sobre todo, novelar con maestría.

EL CUADERNO DE MAYA

Soy Maya Vidal, diecinueve años, sexo femenino, soltera, sin un enamorado, por falta de oportunidades y no por quisquillosa, nacida en Berkeley, California, pasaporte estadounidense, temporalmente refugiada en una isla al sur del mundo. Me pusieron Maya porque a mi Nini le atrae la India y a mis padres no se les ocurrió ot ro nombre, aunque tuvieron nueve meses para pensarlo. En hindi, maya significa “hechizo, ilusión, sueño”, nada que ver con mi carácter. Atila me calzaría mejor, porque donde pongo el pie no sale más pasto. Mi historia comienza en Chile con mi abuela, mi Nini, mucho antes de que yo naciera, porque si ella no hubiera emigrado, no se habría enamorado de mi Popo ni se habría instalado en California, mi padre no habría conocido a mi madre y yo no sería yo, sino una joven chilena muy diferente.



DE AMOR Y DE SOMBRA.

En un ambiente de incertidumbre y miedo, en un país de arrestos arbitrarios, desapariciones súbitas, y ejecuciones sumarias, la segunda novela de Isabel Allende narra la apasionada relación de dos personas dispuestas a arriesgar todo por el bien de la justicia y de la verdad.
El hecho de que la reportera Irene Beltrán provenía de una familia burguesa y adinerada no impidió que Francisco Leal, un joven fotógrafo y miembro clandestino del movimiento de resistencia (dedicado a derrocar la dictadura militar de esa nación), haya sido atraído por su belleza. No fue de importancia que su novio, Gustavo Morante, cuyo apodo era "El Novio de la Muerte", fuera un capitán del ejército. Cada vez que Francisco la acompañó a hacer un trabajo para la revista, se enamoró más profundamente de ella.
Enviados a investigar el misterioso caso de Evangelina Ranquileo, una chica que sufre de ataques espectaculares que dan lugar a milagrosos poderes, la pareja de emprendedores se encuentra atrapada en una vorágine de terror y de violencia, mientras descubren un crimen horrible. Dicho descubrimiento desafía y provoca al régimen poniendo en peligro sus vidas.
Al igual que en La Casa de los Espíritus Isabel Allende una vez más, se revela como una narradora de historias espectaculares, contrastando hábilmente imágenes de hacinamiento en las morgues y en las fosas comunes con los coloridos paisajes de América del Sur, y dando vida a personajes audaces que casi salen de las páginas: la madre deliberadamente ignorante y decadente de Irene; el impulsivo y temerario padre de Francisco; y Mario, una celebridad homosexual, y un subversivo sin miedo. De Amor y de Sombra es una historia fascinante de tragedia y éxtasis, de valentía y sacrificio, de lealtad familiar y de traición estatal; un cuento que es a la vez profundamente conmovedor y estimulante.

CUENTOS DE EVA LUNA.



En 1988 Isabel Allende publicó Eva Luna, una novela que narra la vida aventurera de una pobre joven de América Latina que encuentra amistad, amor, y un cierto grado de éxito en el mundo a causa de sus facultades como narradora. Su novela más ambiciosa hasta la fecha, Eva Luna fue descripta por el Washington Post como una "una cascada de historias [que] caen sobre el lector; historias vivas, apasionadas y humanas." Ahora, en Cuentos de Eva Luna, Isabel Allende de nuevo nos presenta con un valioso tesoro de historias, mostrando una vez más porqueEva Luna (y su muy celebrada creadora) tiene un gran número de devotos lectores.
Comenzamos con Rolf Carlé, el europeo refugiado, periodista y amante que aparecía ampliamente en su libro anterior. Acostado en la cama con Eva Luna, le pide que le cuente una historia. “¿De qué?", Pregunta. “Cuéntame un cuento que nunca les has contado a nadie antes. Invéntalo para mí.“ Y entonces ella así lo hace, dándole a Rolf Carle y al lector veintitrés vibrantes, y encantadoras demostraciones de su arte. Aquí hay campesinos y gente rica, guerrilleros y adivinos, grandes bellezas y tiranos, lo desconocido traducido a algo indeleblemente familiar. Aquí esta Clarisa, “ nacidos antes de la ciudad tenía electricidad, vivió para ver la cobertura televisiva del primer astronauta levitando sobre la luna, y ella murió de asombro cuando el Papa vino para una visita y se encontró en la calle por parte de homosexuales disfrazados de monjas"; El Capitán, quién esperó cuarenta años antes de proponerle casamiento a su pareja de baile; Horacio Fortunato, un dueño de circo y empresario, cuyo encuentro con una decadente mujer extranjera le obligará a dejar de actuar como un pícaro mientras él intenta cortejarla; Maurizia Rugieri, la cual abandona a su esposo e hijo por un joven estudiante de medicina, convirtiendo sus vidas en una ópera de su propio diseño; Nicolás Vidal, quién "siempre había sabido que una mujer le iba a costar la vida", pero nunca sospecho que sería la esposa del Juez Hidalgo; Riad Halabí (a quien los lectores recordarán de Eva Luna), una vez más demostrando su preocupación y su sabiduría por el pueblo de Agua Santa; y Marcia Lieberman, la esposa de un diplomático europeo, cuyo breve romance con un Presidente de por vida de un país latinoamericano sin nombre tiene recompensas sorprendente.
Amor, venganza, nostalgia, compasión, ironía; Isabel Allende no deja ninguna emoción intacta en estos cuentos. Opulentamente imaginados, conmovedoramente relatados, estos cuentos confirman una vez más su lugar como una de las escritoras más importantes del mundo.





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